El partido más famoso de la historia

Hijo:
Te escribo esta carta porque es ahora, en caliente, cuando me van a salir las mejores palabras para explicar lo que viví hoy, 22 de junio de 1986.
Nos reunimos en casa y vinieron todos. El abuelo Miguel con la abuela Juana; no faltaron los tíos Alfredo y Liliana con sus hijos Julieta y Martín, que todavía no tienen mucha noción de lo que vieron a sus escasos 5 años. De mi familia también vinieron mis papás, tus abuelos Segundo y Aurelia; y, además, mis hermanos, tu tío Ricardo con su flamante esposa Laura y llegó sobre la hora la tía Graciela.
El motivo de la juntada familiar en casa fue ver el partido de los cuartos de final del Mundial que se está disputando en México. Todos estamos muy esperanzados en el equipo que conduce Carlos Bilardo afuera de la cancha y Diego Maradona adentro. Justo hoy se daba el clásico, contra Inglaterra, es el primer partido que jugamos después de la Guerra de Malvinas, así que había un condimento extraño.
Lo que vimos fue algo increíble y seguro quedará para la historia. Ese Maradona ganó solo el partido: once ingleses contra él, y él, solito, eludió a ¡6! para hacer uno de los mejores goles que vi en mis 40 años de vida, el mejor. Y antes, había hecho una picardía para demostrar lo argentino que es, pero el árbitro fue cómplice y convalidó otro gol, que fue claramente hecho con la mano.
Cuando crezcas, seguro vas a ver la grabación de lo que fue, lo que hizo en aquel entonces el Diego, pero haberlo visto en vivo y en familia no tiene precio: es la alegría más grande que me dio el fútbol. Ahora viene Bélgica en la semifinal. Ojalá que lo que se dio hoy sirva para ser campeones en democracia, no como hace ocho años, cuando acá era todo oscuro.




Paradójicamente ayer se cumplieron 16 años del último gol de Diego Maradona en un Mundial y su última víctima fue Grecia, rival de hoy de la Selección argentina, que él dirige.